Hemos tenido que soportar ataques verbales hacia Andalucía en multitud de ocasiones. La razón de estas agresiones orales hacia una Comunidad abierta, alegre, trabajadora, emprendedora y única es un misterio de la naturaleza, o quizás solo sea una cuestión de envidia.
La ya afortunadamente exministra de sanidad, pasa sus vacaciones estivales en El Puerto de Santa María, que como todos sabemos está en…¡Cádiz! Que recordaremos es una provincia de Andalucía. Sin embargo no se ruborizó ni un ápice cuando dijo que “los niños andaluces son prácticamente analfabetos” y “que hay niños en Andalucía que están en el suelo en las escuelas”. Hay que tener en cuenta que la dulce Ana, tiene una minusvalía llamada estupidez que le impide tener una conexión inteligente entre el cerebro y las cuerdas vocales. Quizás piensa que el mundo es un enorme algodon de azucar y sus habitantes millones de... confetis.
En esta tierra afortunada del sur de España, la tolerancia es una de sus mayores cualidades. Tal vez por la represión a la que ha estado sometida a lo largo de los siglos. Nuestro sentido del humor es famoso y hay infinidad de chistes de andaluces haciendo pareja con todos los estereotipos de las demás comunidades. Nos reímos sí, pero no nos mofamos de como hablan los demás. La señora Montserrat Nebrera es de lo más graciosa y pizpireta y encontraba de chiste el acento de Magdalena Álvarez. La pobre Montserrat tampoco entendía lo que le decían al otro lado del teléfono en los hoteles de Córdoba. Es lógico, las personas encargadas de estos establecimientos a lo mejor no hablan catalán, pero le podían haber hablado en otros cinco o seis idiomas de los que se pueden oir por estar tierras. Estamos abiertos a todos los idiomas con el único fin de entendernos y comunicarnos.
Doña Esperanza Aguirre, mujer culta donde las halla, pierde un poco su mundología cuando se le pregunta sobre geografía, una incongruencia sin importancia. La buena señora se pierde entre las provincias andaluzas, no sabe si son ocho o nueve. Eso sí, su conocimiento del campo andaluz y la llamada a las aves de corral, es extraordinario. Sabe perfectamente qué tiene que decir cuando llama a sus subordinados para que le saquen las castañas del fuego: “pitas, pitas, pitas...”
Diputado, senador, vicepresidente del Parlamento Europeo...seguro que me dejo algo en el tintero de tan alto burgués catalán. Parece que su apellido sea sacado de su lugar de nacimiento, ya que una cuadra es el lugar perfecto para él. Y si hay un adjetivo que lo describa a la perfección es el mismo que él le dedicó al padre de la Patria Andaluza: cretino. Vidal-Quadras es un cuino salido de una pocilga, por muy señorón que quiera parecer.
Andalucía, por mucho que se empeñe el señor Rajoy, ni empieza ni acaba en Despeñaperros. Las fronteras andaluzas solo están para poner límites a las personas que se crean con derecho a menospreciar a esta comunidad y a sus gentes, a su lengua o a su carácter. El insulto es el método de defensa de los ignorantes y por desgracia hay mucha ignorancia entre tanto insulto hacia nuestra tierra.