Mi “editor” me ha comunicado la necesidad de publicar un nuevo artículo en el blog, el hombre tiene razón.
No es que no pueda coger un lápiz y un papel o en su defecto un ordenador, de hecho ahora lo estoy haciendo, y me ponga manos a la obra, que es lo que debo hacer, pero....
La cuestión es el estado de ánimo, por decirlo de alguna forma. No se puede escribir si no estás inspirada y la iluminación literaria a veces entra en un sopor del cual es como poco, complicado salir.
Ahora bien, cogida la instrumentación, las palabras fluyen hasta obtener un compendio de ideas, que por lo general, hay que colocar con orden y disciplina, como diría el gran Julio Cesar.
Se puede escribir de la amistad, de la música, del amor, pero esto es demasiado cursi. Se puede opinar de la ecología, del cambio climático o de la obesidad en general, no solo de la infantil.
Podemos entrar en materia con algo más cercano como puede ser la agricultura en el Llano de Zafarraya, el inicio de campaña que “promete” como el año pasado o de los exámenes finales de los estudiantes. También se puede recurrir a las noticias de actualidad.
Pero las noticias actuales dan un poco de grima y desazón, de repelús e inquietud, desde luego no hay nada como las noticias diarias, que me inspiren mejor todas esas sensaciones. Aún así, estamos tan acostumbrados a oírlas, que ya forman parte de nuestro vocabulario.
Entonces, ¿hablamos de crisis, de la prima de riesgo, del rescate financiero, de sanidad, de educación o de las ya cercanas vacaciones estivales?
Todas ellas dan para escribir mucho, no tenemos nada más que asomarnos a las noticias tanto de la prensa escrita como la de los medios audiovisuales. Las redes sociales echan humo e internet no da abasto con tanto movimiento, tanto rescate y tantas críticas cruzadas.
Todas, insisto, dan material suficiente, pero me da tal pereza y desasosiego escribir sobre ellas...
De todas formas, creo que afortunadamente estamos bien informados, o debería decir saturados de tanta información, que nunca está de más, desde luego.
Así que podemos esperar a mañana para escribir del consejo de ministros y del fútbol, al siguiente para hablar de la decisión del sr. Dívar o quizás esperamos al lunes y así hablamos de lo acontecido durante el fin de semana.
Hay donde elegir.