Las gloriosas frases del presidente del gobierno, son de todos conocidas. La vergüenza ajena, y no tan ajena, que nos provoca, hace pensar que es cierto que nos toman por memos.
No voy a enumerar los infinitos bochornos por los que nos hace pasar, es algo que no se puede reproducir muchas veces, ya que pone en peligro nuestra salud mental.
Sólo diré que si el gobierno no se mete en la brecha salarial entre hombres y mujeres, si no actúa en consecuencia con la violencia de género, si no condena y persigue la corrupción, ¿quién ha de hacerlo?.
Cree, cándido él, que a los españoles no nos preocupa la corrupción, que lo que nos preocupa es la economía y la unidad del país. Es posible que nos preocupen ambas cosas, pero que no olvide que la corrupción va muy ligada a su partido, no sólo a los que ya no militan porque están investigados o en proceso judicial, en un banquillo o en la cárcel, sino al partido que gobierna el país, investigado por financiación ilegal.{module module="Publicidad Google adaptable - Topmain"}
Afortunadamente Cataluña y los temporales de nieve, proporcionan un buen entretenimiento al pueblo bobo, para así desviar la atención de lo que realmente preocupa: corrupción, economia, paro, y la interminable lista de nombres que hay detrás de los casos de corruptelas.
Lo dice una paremia popular “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. Estamos dejando que el tuerto siga haciendo y diciendo a su antojo, pensando que con el apoyo de algunos ciegos, él puede reinar eternamente. De todos depende que el refrán cambie.