Las meteduras de pata en ámbitos políticos es una costumbre habitual, ya sea para caricaturizar al oponente o para deformar sus opiniones para así poder hacer una gran defensa de sus propias palabras.
Esto no quiere decir que ante cualquier pifia de una persona pública, para salir del paso se diga que sus palabras se han sacado de contexto, no todo es válido.
Las declaraciones “fuera de contexto” de los políticos son tan habituales, que pasan desapercibidas y las consecuencias que pueden tener, no para quien las emite, si no para quien las recibe, pueden tener repercusiones difíciles de enmendar.
La cita original puede ser distorsionada para atribuir una falsa licencia engañosa. Sin embargo, cuando en la salida del entorno de la frase dicha, entra la falacia y el denuesto, cualquier excusa no es apropiada, no se puede excusar lo que realmente se ha dicho.
Hay multitud de ejemplos que sirven para comprobar que el contexto en una frase es primordial para la ejecución de un buen discurso o una buena diatriba civilizada.
No obstante, algunas malintencionadas palabras dichas con infame intención, luego no se sacan de contexto, es la estrategia perfecta para desdecir el desbarro que ha ocasionado la ligereza lenguaraz del personaje de turno.
Es entonces cuando nos encontramos con un infinito y soporífero intercambio de acusaciones que serán traducidas como una malinterpretación de lo que en realidad se ha querido decir.
Así por ejemplo, las declaraciones de políticos que hacen mención de Andalucía para compararla, desdeñarla o denostarla, harán uso del “fuera de contexto” para auto exculparse de las mentes, y las lenguas, que piensan que es un problema de complejo de inferioridad, al parecer muy habitual en el sur del reino.
Si echamos un vistazo a las campañas electorales, encontramos que Andalucía es un lugar perfecto para las similitudes negativas y los insultos manidos, que el puercoparlante oficioso dirá, y se auto eximirá, de que sus palabras están sacadas de contexto.
Pero sólo hay un contexto para declarar la supuesta tontura, vagancia, analfabetismo o que lo más característico de Andalucía es la irresponsabilidad de su gobierno autonómico. Ese contexto es el insulto ruin de los que después querrán, precisamente, la responsabilidad del gobierno autonómico.
Por supuesto todo es invención, es que en el sur todo se saca de contexto.