Así es. Einstein estaba en lo cierto cuando afirmaba: "Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro".
El pasado día 28 de septiembre aparecían muertos 15 butires leonados en la Sierra Gorda*; habían sido envenenados.
El Seprona de la Guardia Civil y la unidad antivenenos de la Consejería de Medio Ambiente investigan quién está detrás de este nuevo atentado contra la fauna silvestre de la provincia de Granada. Borja Nevot, jefe del servicio de gestión del Medio Natural en Granada en declaraciones públicas afirmaba: «Es el mayor desastre registrado en los últimos diez años, ya que en 2011 envenenaron a dos quebrantahuesos en la Sierra de Castril, pero en la última década no han caído tantos animales en un solo acto».
El periódico Ideal de Granada cuenta que: "Un guardia forestal, encargado de la vigilancia de la Sierra Gorda*, fue quien dio la voz de alarma el pasado 28 de septiembre. Observó los comportamientos extraños de una camada de buitres leonados que cuando intentaban tomar el vuelo caían al suelo en picado. Cuando se acercó, comprobó que estaban muertos. Tras comunicar los hechos, los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza -Seprona- y agentes de Medio Ambiente iniciaron las correspondientes pesquisas y trabajos sobre la zona, detectando la presencia de más cebos envenenados en las proximidades del lugar donde aparecieron muertos estos buitres. Tanto el Seprona como la unidad antivenenos de Medio Ambiente han desplazado a sus guías caninos a la zona en busca de pruebas. «Nosotros encontramos cebos envenenados al día siguiente de aparecer muertos los buitres."
No comprendo cómo a estas alturas de siglo pueden quedar aún personajes decerebrados que anteponen no sé si su economía, su gracia o sencillamente su estupidez frente a la belleza de unos animales magníficos que por otra parte actúan como auténticos servicios de reciclaje de la naturaleza. Si no teníamos suficiente con los pesticidas, con lo de ser el pueblo más pobre de España, con las muertes en las balsas y los conflictos con los inmigrantes, ahora viene este imbécil y no se le ocurre otra cosa más brillante que poner cebos envenenados en la sierra.
Pero tranquilos. En el pasado, a otro estúpido especimen de esta familia de decerebrados se le quitaron las ganas de volver a hacer de las suyas para una buena temporada. el mismo periódico informa de que: "El Seprona de la Guardia Civil no descarta recurrir a la prueba de ADN para tratar de identificar al autor de esta carnicería. Ya lo hicieron en el año 2012, de forma pionera en Europa, en colaboración con Medio Ambiente, para tratar de localizar al ganadero de Castril que había colocado cebos envenenados que acabaron con la vida de una pareja de quebrantahuesos. La técnica de investigación dio sus resultados y el Seprona logró identificar al ganadero que posteriormente fue juzgado y condenado.
Las muestras del ADN de la carne usada como cebo permitió llegar a la ganadería a la que pertenecía, después de tomar muestras de sangre a 73 ovejas de ganaderías diferentes de la zona, permitiendo dar con el paradero del propietario de la misma que después se demostró fehacientemente que era él quien puso los cebos envenenados que finalmente mataron a esos quebrantahuesos. Tras aquel impecable trabajo del Seprona y Medio Ambiente, que abrió una nueva vía para buscar a los autores de envenenamientos de la fauna en el medio natural, no se descarta que ahora se pueda proceder de la misma forma. De momento ya hay muestras de ADN reservadas por si acaso deciden investigar la autoría de los hechos a través del ADN.
Un juzgado de lo penal granadino condenó al ganadero detenido a indemnizar con la cantidad de 6.000 euros a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, por un delito contra la flora y la fauna, y a una pena de seis meses y un día de multa con una cuota diaria de 6 euros. También fue inhabilitado para cazar o pescar por un periodo de 15 meses, así como a pagar las costas del proceso judicial. Otro ganadero de la Sierra de Castril fue condenado a 18 meses de cárcel el 8 de febrero de 2010, acusado de colocar cebos de carne con veneno que originaron la muerte de un quebrantahuesos en abril de 2008."
Si eso fue por dos (una pareja) a este elemento le tendría que caer una condena de al menos siete veces más... ¡Que se vaya preparando! y como dice la Guardia Civil, si sabes algo de quién o quiénes pueden estar detrás de este delito cobarde y absolutamente execrable, no lo dudes, ponte en contacto con ellos. Le vamos a dar entre todos un poquito de su propia medicina, a ver si se le quita la diarrea mental que padece.
Y así espero que la persona o personas culpables de este desafortunadísimo incidente paguen por su barbarie con dinero y sobre todo con una pena de carcel a la altura de su estupidez... que si por Eninstein fuera... ¡sería infinita!
*(Si bien la noticia que da Ideal de Granada habla de la sierra de Zafarraya, esto no es correcto, pues dicha sierra no existe. Lo correcto como hemos reflejado es Sierra Gorda, aunque no queda claro en la noticia, si el hallazgo se produjo en el término municipal de Zafarraya o en el de Loja)