¿Es la crisis una excusa para la dejadez y el abandono? Pienso que no hay ningún pretexto aceptable para eso.
Después de un verano bochornoso - como corresponde a esta época del año - el pueblo de Zafarraya se ha ido dejando poco a poco, hasta llegar a extremos casi insalubres.
La población estival se duplica, el trabajo en el campo ocupa la mayor parte del tiempo, la crisis y las campañas desastrosas de años anteriores, preocupan a todo el mundo. Una actitud lógica, por supuesto, pero lo que no es lógico es que el gobierno municipal no vele por el bienestar de los ciudadanos y el buen funcionamiento del pueblo.
También en verano disminuye el número de trabajadores municipales, lo que dificulta, más aún, la buena marcha de los trabajos en nuestra localidad.
También es cierto que no es nada nuevo, cada año volvemos a los mismos problemas, con la diferencia de que este, las mismas personas que años anteriores reprobaban el abandono y la falta de limpieza, no han hecho nada para solucionarlo o prevenirlo.
Ya he dicho en alguna ocasión que nuestro patrimonio es escaso, pero si a esto le añadimos el agravante del descuido, quizás pongamos en peligro el futuro cultural y turístico del Llano.
Las plazas, calles y parques no se limpian, las plantas no se riegan, hay poca luz nocturna, los altercados de los inmigrantes son diarios, etc.
El encargado de hacer todo esto posible es el gobierno municipal, el representante del pueblo, de todo el pueblo, y no solo de sus votantes, independientemente del color de su composición. Así pues, a los responsables de los servicios a los que correspondan estas atribuciones, se les puede requerir una mayor labor para el buen desarrollo y funcionamiento del pueblo en los meses de verano, donde la limpieza es vital en prevención de posibles focos infecciosos.
De todas formas, estoy totalmente segura que para nuestras fiestas locales, el pueblo lucirá como siempre: lustroso, hermoso y sin rastro de abandono.